El principio básico para el uso de las técnicas de defensa personal es actuar lo más rápidamente posible y no dejar oportunidad alguna al adversario. Cada situación de defensa es distinta. Es importante poder juzgar al adversario y decidir qué tipo de técnica se deberá utilizar en cada situación. Por ejemplo: si la persona agredida es de fuerte constitución y su agresor de talla y peso inferior, no será necesario golpearle con una técnica de codo, rodilla o patada, sólo con una técnica de reducción se la podrá neutralizar. En el caso contrario se recomienda golpear primero para luego poder aplicar una técnica de llave o proyección....
Tapa blanda, 158 pág. en perfecto estado. Alas, 1989.